Actualmente los emprendedores tecnológicos tienen a su disposición numerosas ayudas de los poderes públicos. Tanto en la Unión Europea como en España disponen de financiación pública para startups y emprendedores de diversa índole.

De esta forma las empresas de base tecnológica pueden tomar un impulso apoyado por parte del Gobierno, para así poder aumentar su visibilidad y fomentar su (con suerte) rápido crecimiento. Una oportunidad que de ser aprovechada podrá redundar de forma positiva en la empresa y, a medio-largo plazo, en la economía del país. ¿Por qué? La creación de empresas provoca efectos positivos a nivel de empleo, recaudación de impuestos, etc. De esa forma, el Estado puede volver  a recaudar dinero para sostener los servicios sociales, sanidad, educación,..