Yoeli García López

A día de hoy, sólo se recicla una mínima parte de los productos textiles desechados. Aunque la producción de la industria de la confección se ha duplicado en los últimos quince años, el tiempo de uso de las prendas se ha reducido en más de un 30 %. Al mismo tiempo, el aumento de la demanda de moda “low-cost” está propiciando un declive de la calidad de los materiales, lo que dificulta su reutilización o reciclaje. Según la “Ellen MacArthur Foundation”, se calcula que al año se generan 114 millones de toneladas de residuos textiles. De las prendas de vestir que se recogen con fines de reciclaje, el 12 % se degrada para su uso en aplicaciones de menor valor, como material de aislamiento, y menos del 1 % se usa para fabricar nuevas prendas en una economía circular de circuito cerrado. Además, el elevado contenido de poliéster de la moda rápida conlleva también un aumento de la cantidad de productos textiles desechados que se incineran en plantas de transformación de residuos en energía debido a su alto valor calorífico.

Cuatro proyectos liderados por emprendedores del medio rural han recibido sendos premios valorados en 1.000 € de mano del Grupo de Acción Local Sud d’Alacant (GAL ASIR, Alicante). Estas retribuciones se enmarcan del proyecto formativo Emprende en Rural, que finalizó el pasado 12 de mayo en una jornada con distintos agentes del medio, realizado por el GAL con la colaboración de CaixaBank. La entrega de los premios contó con la presencia de emprendedores rurales, entidades de apoyo al emprendimiento y empresas consolidadas como AvanzaTourGenion o Señorios de Relleu.

Los premios reconocen la calidad de los proyectos y su alineación con los objetivos estratégicos del territorio sur de Alicante, como son el apoyo al emprendimiento y el autoempleo en el territorio a través de la información, acompañamiento y asesoramiento; y el impulso a la creación de pequeñas empresas en sectores clave que diversifiquen el tejido empresarial.

Eurostat ha publicado hoy el marco revisado de seguimiento de la economía circular de la UE. El nuevo marco de seguimiento incluye una nueva dimensión sobre sostenibilidad y resiliencia global, que se suma a las cuatro dimensiones ya existentes del marco de seguimiento anterior (producción y consumo; gestión de residuos; materias primas secundarias; competitividad e innovación). El nuevo marco de seguimiento incluye nuevos indicadores sobre huella material, productividad de los recursos, huella de consumo, emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades productivas y dependencia material.

Las algas pueden tener la solución definitiva a la contaminación generada por los envases plásticos, como las típicas botellas de agua. No es una cuestión baladí, puesto que estos residuos son un problema cada vez mayor. Según Greenpeace, la producción global de plástico alcanzó los 380 millones de toneladas en 2015. Y la mayor parte esos envases no se recupera.